Mike Amigorena: “Es un orgullo; la Fiesta es un distintivo para la provincia”.
"Cuando era chico, en nuestra Maipú natal, la Vendimia para mí era una gran celebración. Era todo un acontecimiento: no me perdía nada, asistía a la Bendición de los Frutos, a la elección de la Reina en Maipú, Carrusel, Vía Blanca, Anfiteatro, conocí algunas soberanas... Es más, de muy chiquito tenía amigas de mi hermana que se habían presentado. De manera que tuve mucho contacto con la Vendimia. Toda una fiesta; tengo el mejor recuerdo.
Si bien es algo muy local, hoy por hoy, la Vendimia es reconocida a nivel nacional y continental.
Que haya prosperado tanto habla muy bien de la organización. ¡Para los mendocinos, obviamente que es un orgullo, es como un distintivo de la provincia!
¿Una anécdota? Tengo un vago recuerdo de una vez que me perdí en un Carrusel y anduve corriendo atrás de un carromato, cruzando de lado a lado.
Con respecto a las reinas: te mentiría si te digo que las he visto a todas. Sí, ví una monísima en Internet y no me acuerdo de dónde era. Pero por sobre todo, ¡Maipú! obviamente…"
Goy Ogalde: “Participé varias veces”.
"Tengo muchos recuerdos con todo lo que era la Fiesta, de ir a la Vía Blanca, al Carrusel, y después subir a los cerros para verla desde ahí. La verdad es que es algo muy lindo a lo que por ahí uno como mendocino no le presta la importancia debida, como que se va acostumbrando... Pero en el momento en que estás ahí, en la Fiesta, es imposible no emocionarse y prenderse en la situación.
Reinas no he conocido muchas, pero sí muchas candidatas barriales, tengo hasta primas que han participado. Una Reina de la que siempre me acuerdo es Érica Talquenca, que es con la que más hemos tenido relación por ser de la zona. No llegó a ser Reina de la Vendimia pero fue Reina de Godoy Cruz.
Además en la Fiesta de la Vendimia participé de varias maneras: tuve la suerte de trabajar en la parte del sonido e inclusive fui bailarín ('92). ¡Salí con una escuela de deportes y nos tocaba hacer unos cuadros donde hacíamos los anillos olímpicos y el acompañamiento de la Virgen de Carrodilla, fue muy simpática esa situación!
Y finalmente coronándola al tocar con Karamelo Santo, que fue un sueño cumplido. Eso nos marcó un antes y un después, porque fue como realmente haber logrado un reconocimiento a todo el esfuerzo que hemos hecho.
Y nos quedó la sorpresa de que nos nombraran embajadores culturales junto a Mercedes Sosa.
Realmente eso sí que fue un honor muy grande".
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