“Vivo el éxito con mucha tranquilidad y creo que todo lo que me pasa es una gran consecuencia. Me agarra a los 37 años, no a los 19, y es el resultado de un proceso de madurez, que tiene que ver con la vida acarreada, con la experiencia laboral, entonces lo disfrutás, no te desestabiliza”, aseguró en una entrevista concedida a Télam.
Durante el último año, Amigorena protagonizó junto a Carla Peterson Los exitosos Pells, la telecomedia dirigida por Sebastián Ortega, cuya emisión final logró un promedio de audiencia de 23.2 puntos y se convirtió en lo más visto de la pantalla de Telefe.
Allí, se puso en la piel del arrogante Martín Pells, un famoso presentador de noticias que sufre un accidente, y encarnó a la vez a Gonzalo Echagüe, un actor contratado por la dirección del canal para reemplazarlo en secreto.
“Hace añares que estoy dedicado a esto y el reconocimiento es muy gratificante. Es el sentido de la vida. Vos empezás a ocuparte de algo para llegar a algún lado, para comunicar algo, y después que la gente reconozca ese camino es el súmmum”, opinó.
Michael Amigorena nació en Maipú, provincia de Mendoza, en mayo de 1972, y a los 19 años decidió mudarse a Buenos Aires con el sueño de ser actor como único equipaje.
Comenzó entonces el derrotero que siguen casi todos los aspirantes a formar parte del mundo artístico: trabajar de cualquier otra cosa mientras se buscan ofertas más vinculadas a la vocación.
“Me vine de Mendoza con eso, que es lo más valioso: la seguridad de que voy a hacer esto que estoy haciendo ahora, no sabía cuándo. Al principio pensé que iba a ser mucho más pronto, pero me di cuenta de que no, de que hace falta estudiar”, recordó.
Sin embargo, esa convicción lo sostuvo: “Yo sabía que todos mis otros trabajos eran transitorios, que no pertenecía ahí. Y duraba tres, cuatro meses, y de ahí a otro lado y a otro lado, hasta agarrar alguna cosita que tenga más vínculo con lo artístico. Y se va dando”.
El actor se define como alguien cómodo y, a la vez, muy riguroso en su trabajo. “Las dos cosas pueden convivir, –explicó-. Por ejemplo, me levanto a las siete y media todos los días, pero nunca estudio la letra. Tampoco podés ser un chanta, vas midiendo. El trabajo tiene que estar perfecto y lucirme, pero sin obsesiones”.
Entre sus planes para 2010, se cuentan la realización de un espectáculo unipersonal, la participación en la adaptación para teatro de “Muerte en Venecia”, y la película de “El Niño Argentino”, un papel que ya encarnó en teatro y por el que recibió numerosos reconocimientos.
En su horizonte no está la televisión. “Para hacer otra tira, me tendrían que ofrecer mucho, no solamente en lo económico sino con el personaje, tendría que tener una riqueza que iguale a la de Pells o la supere. Y la cara tiene que descansar, ha sido una exposición muy grande. Me muero si me repito”, aseguró.
Este año, Amigorena tiene sus energías puestas en los próximos shows de Ambulancia -el espectáculo musical con el que ya lleva cuatro temporadas-, que tendrán lugar todos los viernes del mes de agosto en La Trastienda.
“Ambulancia es una fiesta, es un viaje para mirar música”, definió el actor. Bajo la dirección de Sergio D´Angelo, Amigorena, Muriel Santa Ana, Luciano Bonanno, Julián Vilar, Víctor Malagrino y Rodrigo Quirós fusionan música y teatro para reinventar clásicos del rock y del pop.
“Desde muy chiquito yo tenía la imagen del cantante, del rockstar -rememora-. Yo soy actor porque imitaba a los músicos, al que escuchaba, hacía sonidos, cantaba. Después de grande me fui identificando con Bowie, con Prince. Queriendo ser el que escucho, tengo que ser otro. Pero la música es la clave”.
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